martes, 24 de marzo de 2015

Mudable y mutable como las cosas que cambian y evolucionan

Se me está cayendo la piel sobrante. Debajo se está levantando un tejido de diferente color y forma, más oscuro, más recio. Las arrugas de mis manos señalan el nuevo camino por el que circulan mis pies. La tierra se abre para darme reposo. Sus raíces me envuelven y juntas bailamos la vida. Estoy cambiando. Me está cambiando el color del pelo; ya no es tan negro. Se están moviendo las facciones de mi cara; mis labios se perfilan, la nariz se redondea, mis ojos ya no están dormidos. Ahora miran seguros y firmes, sin tanto miedo. Me están creciendo los pechos, están floreciendo mis caderas. Mi cuerpo, más suave y más sabio es ahora consciente del movimiento. Me pide afianzarse a este suelo que sujeta nuestra pena. Arraigarse como el árbol a su raíz, a un presente que no tiene leyes, que se deja fluir. Dejé la rigidez en el espejo y desempolvé las emociones. Ahora solo me permito sentir. Y aunque mi cabeza está llena de picos elevados que me susurran no ser escalados, mi ser se descubre a la transición. Ya no me importa que no estéis en mi rutina, conmigo me basto.