lunes, 28 de abril de 2014

Re

Cerrar capítulos y seguir. Ardua tarea cuando no estás preparado para reemprender el camino y dejarte encontrar. De nuevo. Volver a trazar una línea capaz de expresar tu conformidad con la vida. Dejar que penetren en el daño para que pueda ser reparado. Reabrir. Reabrirte a la belleza de nuevos cuerpos que ansían complacer. Que no mienten. Que se mueren por sobrevolar tu ombligo y lo que viene después. Reiniciar. El paso y la palabra. Y a través de la pragmática sentir tu boca y mi habla. Coexistir con el lenguaje. Reciclar. Reciclar el tiempo y las imágenes para que todo vuelva a fluir y desarrollarse. Y reciclarte a ti para no vivir atrapada en lo que pudo ser y nunca fue. Ya no eres la de antes. Acuérdate.  Has cerrado capítulos. Y no te interesa recuperarlos. Ahora te has quedado sorda para que nunca más puedan regalarte los oídos. Ahora sólo quieres aciertos. 

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