viernes, 19 de noviembre de 2010

Eres vida amiga.

Jamás perder la dignidad, pensó para sí.
Alrededor de toda ésta masa de mierda hacerte notar en silencio. Porque si hay algo que me una a vosotros, es el don de desconocerme.
Me he equivocado. Sí papá, yo también me equivoco (resulto tan humana).Hasta podría graduarme en eso; La Señorita Error.
Pero me es imposible volar si en el momento de saltar tiras de mi mano. Con lo tontamente fácil que es caer al vacío sin paracaídas ni complejos, tiene que volver a aparecer ésta maldita inercia que me devuelva al camino que elegiste para mí.
Ya sé, ya sé… que todo es efímero y las bragas no se bajan por cualquiera… aunque el nivel de morbosidad sea de 9,5 en la escala de Richter y el terremoto equivalga al gordo de navidad.
Aunque en los antros nocturnos sólo abunden cocainómanos y desequilibrados mentales, y aunque a veces tu triste y patética vida penda de un hilo para el que no se encuentra aguja disponible.
Será porque sólo los multimillonarios tienen derecho a una casa de lujo. O porque los haitianos se mueren de hambre en las suyas. Igual porque gobierna ZP. O porque Belén Esteban es periodista.
Igual mañana que hoy. Que vamos hacia el progreso dicen.
Venga va, Vodka para todos. Invito yo. Bebamos “pa” olvidar que os conozco, panda de sinvergüenzas.

Una vez de pequeña se lo pregunté. ¿Qué significa seguir?

domingo, 17 de octubre de 2010

Desasosiego. Bochorno. Calor. Sequedad. Nada.

Será que hacen falta 7 copas de más para poder, desde la inconsciencia, tener una visión algo superior a las demás de lo que conlleva vivir en éste caos de mundo. Porque parece que cuando uno brinda por séptima vez, se olvida del fango que sobrepasa su cintura y se deja seducir por la apariencia porque no le queda otra.
Porque sabe que mañana a las 8, cuando vuelva al trabajo, el fango no le dejará respirar.
Basta con salir al balcón y girar la cabeza a ambos lados, para ver la realidad de ésto a lo que llamamos real. El masoquismo que nos consume por querer evolucionar en un mundo que desde hace mucho, optó por la involución.
Y es que, cada mañana de cada día, millones de padres explican a sus hijos el valor del respeto cuando quienes nos dominan, brillan por la ausencia de aplicarlo en sus actos. Millones de adolescentes se dedican a robar, porque “los de arriba” no hacen más que robarnos. Somos violentos porque nos hemos criado en el agujero de la violencia. Y creer que educación es lo que enseñan en las escuelas, no es más que otro aliciente que se suma a ésta gran red de engaños que finalmente acabará por atraparnos.
Ya nadie sabe lo que significa ser feliz sin tecnologías y unos cuantos miles de euros. Porque ahora las sonrisas se compran. Nadie repara en la magia del primer beso. Porque los besos se venden. Y sólo unos cuantos contables con los dedos de una mano, saben que amor, es igual a fe.
Y después de no sentir el más minúsculo resquemor de vergüenza por vivir en la insolidaridad y ser como otros han querido que seamos, todavía conservamos en los corazones un hueco para la humildad. Demasiada palabra para un desconocimiento y carencia tan grande de la misma.
Cuando todos lleguemos a la meta de la nada en busca de nuestra recompensa, un gran telón de incertidumbres nos abrirá paso hacia el fin del mundo.
Entonces y sólo entonces, volveremos a ser libres.

martes, 28 de septiembre de 2010

Es feo

Y así, frente a una hoja en blanco trasnochan todas mis ideas. Trazando líneas perfectas ante la magnitud del caos.
Mientras ellos se van atornillando en el subsuelo.
Tan fácil es ir, como dar media vuelta y volver. El pero radica en la obligación del deber.
Y a medida que las expectativas caen empicadas a la nada, hay demasiados que siguen soñando en vano.
Demasiados que creen en la fidelidad de la esperanza. Demasiados generosos y otros tantos ingenuos.
Demasiadas películas de amor que destrozan el alma. Demasiados cantautores a los que se les escapa la vida por la ventana.
Y entre tanto, ésta pequeña gran ruleta sigue girando.
Tan fácil es ir, como dar media vuelta y volver.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Y eso que dicen, que en una maleta cabe una vida.
Que la felicidad está al alcance de pocos, y que somos libres unicamente en los sueños.

Reducir la existencia a lo más vital, ya no es suficiente para contar historias.Porque entre el carbón que dibujaba sus cabellos y la nana que llegaba a sus oidos, apilamientos de material desechable yacían inmersos en su subconsciente.
Y más que una vida, una caida era lo que le propinaba el destino.
Porque mientras madre naturaleza se dedicaba a impregnar sus almas de armonía y juventud, ellos seguían reinventando mierda y dándose la vuelta a medio camino del ocaso.
Hasta que abrió la boca para que el mismo aire frío de aquella mañana gélida que formaba círculos perfectos en sus narices, le recordase que sólo a unos pocos, nos cabe la vida en una maleta, tocamos el destello de luz parpadeante, y somos libres unicamente en los sueños.


Y aún así,hasta las sombras se esconden.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Y la realidad del todo es que ni Usted me conoce. Lo poco o demasiado que puedan llegar a aportar los que creen saber algo,no es más que la sombra de lo que sus mentes se atreven a componer. Porque ni las noches más vacías ni las mañanas más asfixiantes, son capaces de encajar las piezas que forman el rompecabezas.



Incluso las palabras se quedan mudas.

jueves, 26 de agosto de 2010

Y mezclando sensaciones y obviando sentimientos, opté por la rendición en soledad.
Quizás por cansancio, miedo, o tal vez locura. Quizás por las tres.
Y de la manera más ruin y melancólica, me dieron la bienvenida a la inexistencia de mi ser. Al reflejo de un mundo encarcelado, habitado por una mente enferma.
Y más por la evasión que por cualquier otro fin, decidí sobrevolar sus nubes.
Y desde el desconocimiento y la ignorancia, aprendí a conocer.
Eran tan sigilosas en sus movimientos, que me enredaban en su velo a su antojo y gusto. Y mientras permaneciese en su guarida, estaría extrañamente a salvo.
Ellas mías y yo de ellas. Porque desde entonces y para siempre, quedé atrapada en su vuelo.


Y de allí provengo. De donde las palabras y las almas vuelan.

miércoles, 25 de agosto de 2010

viernes, 20 de agosto de 2010

De lo absurdo de un mundo.

Dí el último portazo y sin pensarlo una vez más, huí.
Acompañada de una pequeña maleta y su sonrisa en el bolsillo. Realmente, la meta me era indiferente, ya que mi único y existencial empeño era salir de aquella masa deambulante y petulante que me impedía seguir subsistiendo en un mundo que se negaba al retroceso. Un mundo cargado de hipocresía e ignorancia donde lo único que movía el aire, eran las ansias de seguir creando súbditos atados a leyes y empleos que no cubrían las necesidades más vitales.
Un mundo marcado por la decadencia de valores, y vidas que recalcaban la esclavitud. Y aún así, gran parte encontraba la felicidad en la superficie.
Eran de admirar sin duda, aquellos aventurados, que aún siendo la desdicha el motor que movía sus corazones, eran capaces de creerse felices.
Yo, sin embargo, era incapaz de pensar sumida en aquella barbarie, en un presente o futuro convincentes.
Me gustaba sumergirme en las saladas aguas marinas y soñar flotando hasta aparecer en cualquier lugar. Reivindicaba la genialidad de lo absurdo y buscaba consuelo en los libros.
Verme en el camino sin destino y con las manos vacías, me irritaba hasta la piel; y por eso huí.Para volver al principio de los tiempos cuando la libertad fue la madre de todos y el amor , el impulso a esa vida libre.
Y quería quedarme ahí, para siempre.
Y por eso huí; A lo más profundo del alma. Donde la pureza salpicaba al mundo. Donde pensar era el más preciado privilegio. Y saber, la vuelta a tu felicidad.
Por eso huí; Bajé al limbo durante unos minutos para morir en paz y regresar a la realidad. Por eso huí. Para vivir.

sábado, 19 de junio de 2010

JugabaconDios.

Me faltó el tiempo para retirar aquella cosa de metal del microondas antes de que la descarga eléctrica me reventara el dedo.
Hasta me dió en el iris. Porque sé, que después lloré.
Entonces tenía 5 años y era una niña con miedo.
El puré de verduras de mamá era verde sin patas y estaba obligada a comérmelo a menos que quisiera absorverlo por vía nasal.
Una vez me tragué un duro.
También dura, la ostia de papá.
Me gustaba refugiarme en los libros mientras se alejaba el dolor de cabeza.Como cuando te dan veinte martillazos y te dejan clavada en la sombra del árbol.
Pero sin manzanas.
Contenida y al filo de la carretera. Entonces tenía 5 años y era una niña con miedo. Y ahora, lo sigo siendo.

lunes, 14 de junio de 2010

El destino.

Esa nada abismal que te lleva a creer en la casualidad.
La unión al vacío remoto que se ahoga en el mar. Principio existencial, conexión neutral.
Papeles escritos que parecen dominar. La especie humana se deja derrumbar.
Lazos de eternidad, suerte, o azar.
Preguntas sin respuesta que de su mano pretendemos contestar. Perdidos en el transcurso y sin llegar al final.
Porque no hay final. Ni siquiera un plan. Ni casualidad, suerte o azar. Todo se limita a querer imaginar.
Tus manos, tu gloria. Tus pies, su encuentro. El lugar, la clave. Yo, la llave.

domingo, 23 de mayo de 2010

Aquí.

Aquí. Sumida en el fluir de los acontecimientos. Respirando para ver zarpar mi barco. Sin billete de vuelta. En el silencio de los amaneceres más hermosos. Con la dicha reprochada.
Aquí. Impoluta de ti. Asqueada de mí. Esperando por él. Abandonando a ella.
Ojeando el baúl de los recuerdos. Esos de los que ya no me acuerdo. Nada de lo que hice fue en vano. Mi propósito era otro. Otro. Otro. Era otro.
Aquí. En la charca del deseo. En el túnel del lamento. Decidiendo mi destino. El que ya está escrito.
Aquí. Frente a mí. Alabándome. Adorándome. Queriéndome. Quemando el trozo de papel donde dibujé el lazo que jamás se podría romper. El que me haría fiel. El que me hizo infiel.
Aquí. Carcomida por vuestros sucios gusanos. Arrugándome la piel.

Aquí. Feliz.

lunes, 17 de mayo de 2010

Vete y no vuelvas más.

Sólo sé encadenar palabras cuando llego a la más absoluta desaprobación de mí.
Violando mi carne. Mi alma. Mi mente. Matando mi espíritu. Sosegando el sosiego.
Cada golpe es a la vez dulce y despiadado. Asco. Odio. Dolor silencioso. Silenciado.
Bajando al hoyo, subiendo al infierno. Como ese hedor que jamás se desprende de mi tráquea.
Me está asfixiando. Incontrolable. Incalculable. Drogodependiente de ese olor a mierda. Putrefacto. Alcantarillado. Contaminado de pudre.
Sentimientos de repudio. Se debaten por luchar. Sin fin. Sin descanso. Sin paz.
Inocente impotente. Plenamente suya. De eso. Que se apodera de mi estómago hasta reventar. Arraigada a las paredes de fumar. A esa enredadera cargada de dardos que me quiere envenenar.
A ese espécimen rojo que se apoya en mi hombro intentando devorar. Metamorfosis aguda.
Una y otra, y otra vez más. Me ahogo con mi propia saliva. Déjame batallar. Déjame respirar.