Me encuentro ante una hoja en blanco por las ansias de querer encontrarme de alguna maldita forma. Vivo sumida en el cuento del nunca acabar de martirizarme a menos que en cualquier momento decida suicidarme para dejar de ver a seres humanos que aparentan vivir vidas que no valen más que un puñado de arena.
Camino sola porque nadie ha sido lo suficientemente valiente como para acompañarme hacia el fundido a negro que tiene como meta este mundo de sorpresas tristes y amor en vano. Sois todos tan patéticos que me da pereza seguir respirando para ver vuestras sucias caras que no esconden otra cosa que no sea egoísmo y miedo. Vuestro interior está hecho de restos de puñaladas traperas y sumisión a cualquier ser que creáis superior. Utilizáis la mente para quejaros de injusticias que todos creáis. Y el hambre para comer la basura que algún día os asfixiará.
Me importará una mierda de donde vengáis y donde vayáis a menos que un día cualquiera me regaléis lo más puro y racional de vuestro ser y compartáis conmigo la soledad de un mundo irremediablemente solitario
Odiaré vuestra irracionalidad y materialismo hasta que descanse en paz en las tinieblas del infierno, ardiendo y pecando hasta el fin de los tiempos, hasta que todos dejéis de respirar para siempre. Entonces daré gracias a Dios y me propondré seriamente ser feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario